En un mundo que nunca se detiene, los momentos verdaderos son aquellos que compartimos con nuestros caballos. La respiración tranquila, la palmada suave, los latidos del corazón a nuestro lado... ahí es donde la vida se ralentiza y la conexión crece. Porque cuidar de tu caballo es más que una rutina; es cultivar un vínculo que enriquece la vida. Cada paseo, cada caricia, cada silencio compartido nos recuerda que lo importante no es hacer, sino ser. Juntos. Donde la presencia cuenta, la confianza se profundiza y los corazones se mueven al unísono.
"Hay varios síntomas que pueden indicar problemas estomacales. Lo complicado es que no hay una señal obvia que lo indique de manera concluyente. Las manifestaciones son a veces vagas y a veces incluso ausentes. Algunos caballos muestran más que otros. Sin embargo, hay síntomas que pueden indicar una úlcera gástrica. Si tu caballo sufre esto, comunícate con su veterinario".















