13 Septiembre 2022

Salud


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Arestines, talones agrietados o fiebre del barro en los caballos

Los arestines en el caballo pueden ser un gran quebradero de cabeza.

En el Blog de Pavo hablaremos de esta enfermedad para que conozcas la importancia que tiene la alimentación y el fortalecimiento del sistema inmune, ya que se suele focalizar el tratamiento en la zona lesionada en lugar de hacerlo en el estado general del caballo y en el medio ambiente en el que vive.

Síntomas de los arestines del caballo

Esta enfermedad afecta principalmente a la parte posterior de las cuartillas y a los talones. Desde ahí se va extendiendo a medida que el proceso empeora. No es una enfermedad grave, pero resulta complicada de curar si no se localiza la causa inicial y se elimina.

Comienza con pérdida de pelo y enrojecimiento de la zona. La lesión en la piel hace que salga líquido seroso (como agua) que al secarse forma costras. Como la zona afectada tiene mucha movilidad, al caminar esas costras se rompen y vuelve a liberarse líquido seroso. Si la lesión se infecta, el líquido seroso pasa a purulento.

Al caballo le duele bastante, pues la lesión se abre al caminar, ya que las costras no tienen la elasticidad de la piel. Si la infección persiste, la cuartilla se hincha y la zona afectada se extiende. Puede haber cojera.

Como todas las enfermedades que resultan complicadas de curar, hay múltiples factores causales y hay que actuar contra todos ellos. En muchas ocasiones resulta complicado descubrirlos todos.

Causas de los arestines

Factores genéticos

Contra ellos no podemos luchar, pero si los conocemos, nos mantendrán en alerta para vigilar que aparezca.

Las razas con cernejas abundantes (mechones de pelo más largo que sobresalen del menudillo) tienen las cuartillas más protegidas contra factores irritantes, pero si la primera lesión aparece, es más difícil de detectar y se retrasa el diagnóstico. Además, estos pelos largos, retienen más el líquido seroso o purulento que se produce, y la humedad aumenta por el proceso en sí.

Las razas de pieles más finas pueden verse más afectadas por los agentes irritantes.

No recortes las cernejas, son verdaderos canalones de desagüe cuando llueve. El agua resbala por ellas y cae directamente al suelo sin pasar a la cuartilla, por lo que a la cuartilla llega mucha menos humedad.

Factores irritantes

  • Campos con vegetales que puedan producir heridas.
  • Protectores mal conservados o de mala calidad o tamaño inadecuado, que produzcan roces.
  • No cepillar las cuartillas antes de poner los protectores: cualquier arenilla, o viruta que quede debajo del protector actúa como una lija.
  • Microalcances, es decir, aquellos alcances que visualmente no producen heridas, pero que sí sensibilizan la zona.
  • Terrenos húmedos que ablandan y rompen la barrera dérmica protectora. Por eso también se llama fiebre del barro.
  • Camas sucias, ya que tanto heces como orina son irritantes.
  • Duchas continuas de los pies. Hacen el mismo efecto que los terrenos húmedos.

Factores patógenos

Sarna corióptica

Estos ácaros afectan sobre todo a caballos con cernejas abundantes. Tiene cierto picor, pero no tanto como otras sarnas. El daño no suele ser grabe, ya que este ácaro no excava en la piel, sino que se alimenta de detritos en superficie. El diagnóstico es sencillo mediante un raspado de la piel que se ve al microscopio. El tratamiento médico, que debe de recetar el veterinario, es muy efectivo si se elimina la posibilidad de recaídas por nuevos contagios y se mejoran las condiciones ambientales.

Hongos

No son tan frecuentes como se piensa, y el daño en la piel se debe más al efecto de la humedad que al propio hongo. El tratamiento lo debe de prescribir el veterinario.

Los arestines solo son contagiosos cuando son producidos por sarna u hongos y, además, son los menos frecuentes. Por lo tanto, los arestines suelen clasificarse como no contagiosos, porque en estos dos casos ya hablaríamos de sarna y hongos, mientras que el término arestines suele referirse a procesos inespecíficos que producen lesiones en las cuartillas y que están más relacionados con agentes irritantes que con patógenos.

 

Tratamiento de los arestines

Eliminar/tratar las causas

Higienizar la zona

Si los pelos de las cernejas son largos y las costras gruesas, recortar los pelos y ablandar las costras para eliminarlas. Tras esto, aparecerá una nueva costra más fina, que no debemos eliminar. Las costras finas son más elásticas y protegen de la suciedad.

Si el pelo es corto o las costras finas, no hay que removerlas porque el daño que se produce a la piel es mayor que el beneficio de recortar y remover. A medida que la piel se renueve, la costra caerá sola.

Deberemos aplicar antisépticos en formato loción. La primera norma de higiene en una herida es mantenerla muy limpia, incluso de cremas. Todos sabemos que el polvo y arenillas en una zona tan cerca del suelo van a pegarse a la crema, y no necesitamos suciedad en una piel con la barrera rota.

Revisar si el caballo recibe una nutrición correcta

La renovación de la epidermis de forma correcta depende de una buena alimentación que aporte los nutrientes necesarios para reponer los tejidos implicados.

Un sistema inmune fuerte supondrá que las células de defensa actuarán correctamente en las heridas para luchar contra las infecciones. Todo aquello que fortalezca el sistema inmunitario ayudará en la eliminación de los arestines.

Un correcto equilibrio en los ácidos grasos esenciales omega 3 y 6 de la alimentación del caballo es fundamental tanto para una piel sana como para un sistema inmune fuerte.

La hierba fresca es rica en omega 3, pero cuando se seca para hacer heno, la mayor parte del omega 3 se pierde y puede haber deficiencias, por lo que puede ser necesario suplementar con un aceite rico en omegas con efecto antiinflamatorio como Pavo OmegaFit.

Si te ha gustado este artículo sobre los arestines, compártelo con los amigos a los que les pueda resultar de ayuda.

No te quedes con dudas, envíanos tus comentarios y responderemos a tus preguntas.

 

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