El potro comienza a manifestar comportamiento de un semental. Si es un buen ejemplar y va a ser dedicado a la cría, no tenemos dudas. Pero ¿qué ocurre si su destino es la competición o el ocio? ¿Lo castramos o no?
En el Blog de Pavo hablaremos de los inconvenientes para el equilibrio mental de un caballo entero si no se tienen en cuenta sus necesidades sociales.
Bases para entender el comportamiento del semental
El comportamiento de un caballo depende de un componente instintivo y de un componente adquirido por aprendizaje.
El comportamiento sexual es en su mayoría instintivo, y debido a que casi todo lo instintivo está ligado a la supervivencia de la especie es difícil de eliminar o modificar. Por tanto, la parte modificable por aprendizaje es mínima.
Los comportamientos sexuales dependen en gran medida de las hormonas. En el caso del semental dependen de la testosterona, hormona que se produce en su mayoría en los testículos. Por eso, un caballo castrado presenta menos comportamientos directamente relacionados con la reproducción.
Los niveles de testosterona aumentan en primavera y, por tanto, las conductas sexuales también se incrementan.
Comportamiento natural del semental en estado salvaje
En la naturaleza el comportamiento del semental tiene el foco dirigido a los otros sementales, la monta y la manada.
Expulsar a otros sementales
El semental de la manada pondrá todo su esfuerzo en rechazar sementales competidores.
El semental ha crecido, primero dentro de la manada materna y, después, entre otros adolescentes, de modo que aprenden las normas sociales durante toda su juventud.
Cuando dos sementales se encuentran, conocen estas normas, así como las señales de amenaza, dominancia y sumisión. Puede que, incluso, conozcan al competidor por haber crecido juntos, y saben de antemano las posibilidades de victoria. De este modo, muchas rencillas se resuelven sin contacto físico, por el lenguaje corporal y otros mensajes sensoriales.
El perdedor se retira alejándose del territorio de la manada.
Sementales peleándose en estado salvaje
La monta
Cuando una yegua sale en celo, el semental pondrá todo su empeño y energía, incluso durante días, en cubrirla.
La unión de la manada
Son bien conocidas las luchas con otros sementales y lo insistentes que son para montar una yegua en celo, pero hay otra parte, menos conocida, en la que el semental invierte mucho tiempo: mantener a las yeguas de su manada en su manada.
La yegua líder camina delante de la manada dirigiéndola, y el semental camina detrás de la manada empujándola y delimitando los laterales para que ninguna yegua salga del “redil” casi del mismo modo que un perro pastor lo hace con sus ovejas.
Esto supone un trabajo físico y mental desmesurado, y durante todo el año, no solo en época de celos.
Comportamiento de un semental en cautividad
En una ganadería o en un club hípico, las relaciones entre machos y hembras no siguen los criterios naturales, porque es inviable ese tipo de gestión. ¿Qué ocurre con el semental en estas circunstancias?
Lo más habitual es que los caballos no hayan aprendido las señales sociales y la pelea física entre machos enteros surge por no haber entendimiento a distancia. Además, aunque uno de ellos se considere derrotado, ¿a dónde huye?, si el box, el paddock o el cercado se lo impide. Hay sementales que viven toda su vida amedrentados por un semental cercano.
En la actualidad, la cría se aleja bastante del sistema natural, en el que un semental pasa muchísimas horas dedicándose al cuidado de sus yeguas.
Recordemos que un caballo es un animal gregario y su equilibrio emocional se mantiene cuando pertenece a una manada. Si aislamos a los caballos, interrumpimos su equilibrio y se desarrollan frustraciones que muchas veces desembocan en vicios de cuadra como el baile del oso, tragar aire o morder la madera
Este grado de aislamiento se eleva al grado máximo en el caso de los sementales, que por su comportamiento son encerrados en boxes o prados aislados para evitar problemas. Muchas veces estos animales no contactan con otros caballos más que en el momento de la cubrición.
Y algunos, ni eso. Aunque no se dedican a la cría, no se castran porque sus dueños los quieren con ese “brío” que da la testosterona. Pero, ¡un animal con tanto poderío es difícil de controlar montado!, así que se le coloca un bocado con una buena palanca, le añadimos unas espuelas considerables, y ¡solucionado! O eso creemos, porque este cóctel de semental, aislamiento y mano dura es el camino perfecto para tener un animal frustrado en el box y fuera de él.
Si no vas a dedicarlo a la cría, lo mejor es castrarlo. Al castrarlo podrá relacionarse con otros caballos, permaneciendo en el mismo prado, yendo de paseo y compitiendo más tranquilo. Una vida más sana para su mente.
A veces, la decisión de la castración es una decisión “humanizada”. Se extrapola la castración a lo que supondría para un hombre, pero la connotación psicológica de estar castrado no existe en los caballos. Un caballo castrado es un animal que no tiene necesidades reproductivas ni de mantener a su manada unida: un descanso para su cuerpo y su mente.
¿Te imaginas el estrés mental que sufre un semental en un club hípico para mantener fuera de su territorio a otros sementales, o para mantener a todas las yeguas cerca cuando no puede moverse de su box?
Si no lo vas a dedicar a la cría, cástralo; y si lo vas a dedicar a criar ten en cuenta todas estas condiciones y haz lo posible para mejorarlas, porque el bienestar equino no es solo tener alimento y techo.
Los caballos monórquidos son candidatos a la castración todavía más que un caballo con los dos testículos descendidos. Hay que tener en cuenta que un caballo monórquido produce testosterona y tendrá comportamientos de semental. A esto, le sumamos que es una patología con una heredabilidad alta, por lo que no se debe de criar con ellos, y que en ocasiones el testículo interno desarrolla tumores.
Lo explicamos con más detalle en el post del blog Caballos monórquidos o criptórquidos.
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Tengo un caballo entero con 14 años. Y cuando lo suelto en el cercado. Iindando hay una yegua y quiere saltar la valla .Puedo castrarlo en la finca?
Hola, José María. Te hemos respondido en el comentario anterior.
Hola buenos dias tengo un caballo entero de 13 años y un comportamiento muy fuerte al ver a las yeguas deberia castrarlo ?
Si no vas a dedicarlo a la cría, lo mejor es castrarlo. Al castrarlo podrá relacionarse con otros caballos, permaneciendo en el mismo prado, yendo de paseo y compitiendo más tranquilo. Una vida más sana para su mente.
A veces, la decisión de la castración es una decisión “humanizada”. Se extrapola la castración a lo que supondría para un hombre, pero la connotación psicológica de estar castrado no existe en los caballos. Un caballo castrado es un animal que no tiene necesidades reproductivas ni de mantener a su manada unida: un descanso para su cuerpo y su mente.
Disculpa, tengo un potrillo de 11 meses, es recomendable castrarlo a esa edad?
Hola, tengo un potro con 2 años y 3 meses que su juego es morderme.
Si lo castro ¿perderá el vicio de morder?