Para comenzar, debemos de decir que por mucho que estemos preparados para rehidratar al caballo, si no está preparado físicamente para esa ruta, no debemos realizarla. Por lo tanto, todos estos consejos son válidos para caballos que han recibido un entrenamiento previo de duración variable según la dureza de la ruta. Y como entrenamiento nos referimos a una preparación física y mental. Si el caballo sufre una deshidratación siempre hay que consultar con el veterinario.
En el Blog de Pavo hablaremos sobre diferentes formas para mejorar la hidratación y el balance de electrolitos de una forma sencilla.
También debemos asegurarnos de que haya puntos de agua en el camino o llevarla nosotros mismos en un coche de apoyo.
Además, el caballo debe de estar acostumbrado a todos los alimentos que va a recibir en el trayecto al menos 7-10 días antes para que la flora digestiva esté preparada y la digestión sea la óptima. Todos sabemos que el mismo día del concurso no es bueno para probar cosas nuevas, pues lo mismo sucede en una ruta larga.
Disminuir la pérdida de agua y sales
El caballo suda como mecanismo de control de su temperatura y, así, no sufrir un golpe de calor. Por lo tanto, sudar no es negativo, el caballo está regulando su temperatura. El problema surge cuando se alarga en el tiempo ya que, además de agua, está perdiendo electrolitos. Lo que puede llevar a una deshidratación y un desequilibrio electrolítico. En procesos menos graves la consecuencia es una pérdida de fuerza y resistencia. El caballo se cansa. A medida que aumenta la gravedad, aparecen calambres y alteraciones de musculares, digestivas, etc. Los caballos pueden llegar a morir. Por eso el mantener a un caballo hidratado correctamente pasa por disminuir las pérdidas y aumentar los aportes.
A veces este sudor es muy evidente, sobre todo en climas húmedos, en los que la humedad impide que la evaporación elimine el sudor rápidamente. Pero en climas secos, la sequedad ambiental permite una evaporación rápida y seremos menos conscientes del agua perdida. Así que cuidado con esto.
El agua también se pierde en la respiración, y sabemos que esta aumenta al hacer ejercicio. Así que en viajes largos hay que reducir los trabajos fuertes tanto por esta evaporación como por la generación de calor interna, que como decíamos provoca el sudor.
Si refrescamos al caballo mojando su cuerpo, ayudamos a regular la temperatura, y el caballo no tendrá que sudar tanto y, por tanto, no perderá tanta agua ni sales.
Medios para aumentar la ingesta de agua y sales
Suministrar agua de modo muy frecuente y que los caballos nunca lleguen al “punto de no retorno de la sed”
Los caballos tienen sensación de sed cuando la pérdida de agua por sudoración hace que la concentración de sodio en sangre suba. Esto manda una señal al cerebro que le hace tener sensación de sed y beberá si le suministramos agua. Cuando el caballo ha sudado mucho, con el agua se arrastrarán sales, entre ellas el sodio. Se pierde tanto sodio que la concentración en sangre baja y eso le da al cerebro la falsa sensación de estar hidratado y el caballo no bebe. Hay que tener mucho cuidado, por tanto, con que el caballo haya perdido tanto sodio que ya no tenga sed. Por eso, también es bueno proporcionar electrolitos como prevención y no llegar nunca a ese punto de no retorno.
Suministrar electrolitos
Se hará en todas las fases del camino:
- Antes de salir, de modo preventivo pensando en las pérdidas que habrá por el sudor. Mezclados con la comida anterior a la salida.
- Durante el trayecto para ir reincorporando sales perdidas.
- Tras la jornada ya en el descanso: para favorecer la recuperación y la ingesta de agua. De modo que esté muy hidratado para la siguiente jornada. Mezclados con la comida.
Los electrolitos pueden usarse en formato pellets (Pavo E´lyte) para mezclar con el pienso o formato líquido (Pavo E´lyte Liquid) que lo podrás mezclar con el pienso o suministrarlo directamente en la boca mediante una jeringa.
Suministrar mash o papillas
Los mash son una especie de papilla hecha con piensos especialmente preparados para mezclar con agua. Son apetitosos para el caballo y, a la vez que reponen energía y nutrientes, hacen que los caballos ingieran agua.
En Pavo tenemos:
- Pavo SlobberMash
- Pavo GrainFreeMash: para caballos que son sensibles a los azúcares y almidón
Suministrar forraje húmedo
Por ejemplo, pellets de forraje, que necesitan rehidratarse con agua. Al igual que ocurre con los mash, además de ser nutritivos, favorecen la ingesta de agua y son muy sabrosos.
En Pavo tenemos:
Importancia del descanso
Para que el caballo coma y beba con normalidad suficiente para reponer energía y líquidos debe de disponer de descansos en toda la ruta además de por la noche.
Habrá que hacer paradas para beber, para comer y para descansar a lo largo de toda la ruta. Y eso significa, al menos, aflojar la cincha, y mucho mejor, quitar montura y cabezada y poder estirarse completamente y pastar.
Por la noche el caballo debe de poder estirarse libremente y dormir tumbado. Esto favorece el descaso de verdad y la recuperación de los músculos. Un caballo muy cansado perderá el apetito y no beberá suficiente.