Tu caballo no rinde en el entrenamiento como debería, tiene mal pelo, le cuesta mantener su peso y a veces incluso tose o tiene pequeños cólicos. ¿Le has hecho alguna vez un análisis coprológico?
En el Blog de Pavo hablaremos de los parásitos intestinales para que conozcas su repercusión en todo el organismo y puedas realizar un tratamiento a tiempo para mejorar la salud y el rendimiento de tu caballo.
Tipos de parásitos intestinales equinos
En artículos anteriores ya hemos hablado de algunos parásitos gástricos y sanguíneos. Hoy nos corresponde hablar de aquellos parásitos que desarrollan su ciclo adulto en el intestino.
Ascaris
Los huevos ingeridos por el caballo eclosionan en el intestino y sus larvas migran hasta los pulmones. Sí, has leído bien: los pulmones. Desde ahí van avanzando por la tráquea hasta llegar a la boca y volver al intestino donde ya se hacen adultos para poner huevos, que salen al exterior con la defecación contaminando el ambiente: pastos, agua, boxes, etc. y el ciclo vuelve a empezar.
El parásito irrita las vías respiratorias induciendo tos en el caballo.
Oxiuros
Viven en el intestino grueso. Las hembras migran a la zona perianal externa para poner los huevos que terminan cayendo al suelo contaminando la zona, donde se contagian otros caballos.
Estos parásitos producen un intenso picor en la zona anal por lo que el caballo frota la base de su cola contra distintas superficies causando la rotura del pelo e incluso lesiones.
Los caballos presentan mal pelo e incluso adelgazamiento por la parasitación, siendo lo más distintivo el mal estado de la base de la cola.
Caballo que rasca la base de la cola por el intenso picor producido por parásitos oxiuros
Estróngilos
Las larvas son ingeridas en los campos y pasan al intestino grueso. De ahí migran por pequeños capilares a vasos sanguíneos mayores y después vuelven al intestino, donde forman nódulos de los que nacerán adultos, que ponen huevos que saldrán al exterior con las heces a contaminar los campos.
El mayor peligro surge en las migraciones por el sistema vascular, ya que pueden producir trombos que terminen obstruyendo vasos y por lo tanto ocasionen falta de irrigación sanguínea en distintas zonas de órganos, y posterior necrosis (muerte de la zona no irrigada).
Si el trombo afecta a las arterias ilíacas se producen cojeras en caliente.
El caballo en reposo tiene suficiente aporte sanguíneo y no cojea, pero a medida que aumenta su ejercicio también necesita más aporte de sangre, que no llega porque un trombo ralentiza la circulación.
Si la obstrucción es en la arterias intestinales se producen cólicos intermitentes y necrosis de partes del intestino que pueden producir la muerte.
Tenias
Son gusanos alargados y planos. Si su número es bajo no tienen mucha importancia, pero si es alto pueden producir cólicos espasmódicos o incluso cólicos por obstrucción de la zona del íleon del intestino.
Existen más parásitos intestinales, pero estos son los más frecuentes y una muestra para que veas que los parásitos intestinales también pueden causar lesiones en otros órganos diferentes al intestino cuando realizan migraciones.
Diagnóstico de parasitosis intestinal equina
El diagnóstico basado en síntomas es muy complicado porque generalmente cursan con síntomas muy generales (mal pelo, pérdida de peso, etc.) y compatibles con muchas otras enfermedades.
Solo los oxiuros son fáciles de sospechar gracias a las lesiones características del rascado de la cola.
El diagnóstico definitivo suele ser por análisis coprológico, es decir analizando las heces del caballo para encontrar los huevos del parásito. Los huevos tienen una morfología característica que hace que se pueda identificar el tipo de parásito del que proceden.
Para ello cogerás una muestra de heces frescas, de modo similar a como recoges las heces de tu perro: introduces la mano en una bolsa de plástico como si fuese un guante, recoges una pequeña porción de heces (que no toque con el suelo) y le das la vuelta a la bolsa cerrándola con un nudo.
Si recoges muestras de varios caballos, cada una en una bolsa y etiqueta su nombre. De esta forma llevas las muestras al veterinario y él hará el análisis.
Estos análisis se pueden hacer para conocer qué tipo de parásitos hay, en caso de sospecha, pero también para confirmar o no si la desparasitación ha sido realizada con éxito.
Veterinario revisando resultados del análisis coprológico para saber con qué antiparasitario actuar
Tratamiento de los parásitos intestinales del caballo
Debes de cambiar de vez en cuando el tipo de antiparasitario que utilices para evitar resistencias.
Con eso nos referimos a cambiar de principio activo, porque hay muchas marcas diferentes que usan el mismo principio, y si es así, aunque cambiases de nombre comercial no cambiarías de composición. Estarías desparasitando con lo mismo.
Pregúntale a tu veterinario qué tipos de antiparasitario usar según la edad de tu caballo, la carga parasitaria de tu ganadería, si tu caballo pasa la mayor parte del tiempo en el campo o estabulado, si convive con rumiantes, etc.
Como ves hay muchos factores que influyen en el tratamiento adecuado y su frecuencia, pero para que tengas una idea general: cada 3 meses y a partir de los 3 meses de edad.
Después de leer este artículo, la frecuencia, la rotación, el tipo de antiparasitario, el realizar análisis coprológicos, ¿se acerca a lo que estabas haciendo hasta ahora?
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De profesión médico veterinario y Zootecnia, me apasionan los equinos.
Bienvenido, Mario.
Desparasite mi potranca 3 veces como me dijo el veterinario y no deja de toser y rascarse